miércoles, 21 de marzo de 2018

VIAJE FIN DE ESTUDIOS: ITALIA 2018

Durante cinco intensos días, desde el 14 hasta el 19 de marzo, los alumnos de 4º de ESO, acompañados por los profesores Encarna Casado, Marta Fernández y Pedro de la Peña, disfrutaron de las maravillas de tres ciudades italianas: Pisa, Florencia y Roma.
Todo comenzó en la madrugada del día 14 de marzo. Como no podía ser de otra manera, una de las familias se quedó dormida y tuvimos que esperar a la alumna más perezosa.
La primera atracción del viaje era el vuelo con destino Pisa, ya que, para la mayoría de los alumnos, era la primera vez que subían a un avión. Control policial, embarque, despegue,… todo era un auténtico descubrimiento para ellos y un verdadero estrés para los profesores.
Tras un vuelo de 1 hora y 45 minutos aterrizamos en Pisa y nos encaminamos hacia la Plaza de los Milagros para apreciar la famosa torre inclinada. Ahora sí empezaba el viaje de verdad. Todos quedamos asombrados de esta plaza con el baptisterio, la catedral y la torre en piedra tan blanca en esa enorme explanada de césped verde. Las fotos que hicimos son incalculables.
A continuación, nos dirigimos hacia la bella Florencia, capital de la Toscana. Un maravilloso paseo por el centro de la ciudad en el que apreciamos el impresionante Duomo (Catedral de Santa María de las Flores), con la portada del Paraíso del baptisterio y el Campanile. Una auténtica explosión de arte con esa fachada de mármol en tres colores. Llegamos hasta el auténtico museo al aire libre de la Plaza de la Señoría con reproducciones de obras tan conocidas como: El David de Miguel Ángel, Perseo con la cabeza de Medusa o el Rapto de las Sabinas. Terminamos la visita a la ciudad paseando de noche por el bucólico “Ponte Vecchio”.
Después de un día agotador llegamos al que se iba a convertir en nuestro hospedaje durante los cuatro días de estancia en Roma: El “Camping Village Roma”. 
Nos alojamos en unos chalets de madera con capacidad para 4 o 5 cinco personas. Los alumnos disfrutaron de esa libertad que les daba el tener su propia “casita” con salón y cocina incluidos. Además de los chalets, alumnos y profesores pudimos disfrutar de las instalaciones del recinto: restaurante, supermercado, sala de juegos, discoteca,…
Nuestra visita a la ciudad de Roma comenzó en la parte más imperial: El Coliseo, una de las siete maravillas del mundo, los Foros Romanos y el Palatino. 
Disfrutamos como niños con uno de los artistas callejeros que hacía pompas gigantes de jabón en las inmediaciones del Coliseo, lo que hacía la ciudad más bella y divertida aún. 
 
 
El día lo terminamos atravesando el Circo Máximo de Roma y llegando hasta la famosa Boca de la Veritá.
El viernes, 16 de marzo, estaba destinado a la Ciudad del Vaticano. Pudimos disfrutar de los impresionantes Museos Vaticanos, donde más de uno se perdió y tuvimos que comunicarnos por whatsapp para poder volver a juntarnos todos en el Obelisco de la Plaza de San Pedro. A todos nos dejó sin palabras la Capilla Sixtina con los frescos de La Creación y el Juicio Final de Miguel Ángel. Pudimos apreciar las dimensiones de la Basílica de San Pedro y bajamos a la cripta del apóstol.
 
No contentos con esto, algunos valientes se animaron a subir los casi 600 escalones de la cúpula para apreciar desde lo alto la vista de la ciudad de Roma y de la Ciudad del Vaticano. Mereció la pena el esfuerzo.
Después de recuperar fuerzas con una rápida comida, paseamos la ciudad de la Dolce Vita. Nos encaminamos por la Vía de la Conciliación hasta el Castillo y el Puente del Santo Ángel y, desde allí, hasta la siempre animada Plaza Navona, donde degustamos el delicioso helado de tartufo. 
 
No podía faltar la divertida atracción de tirar una moneda a la Fontana de Trevi para pedir el volver a la ciudad. El deporte más arriesgado de este famosísimo lugar fue hacernos una foto rodeados de cientos de turistas de todos los rincones del mundo.
Este día tan completo terminó en la Plaza de España cogiendo el metro para volver al camping en el que tanto disfrutaron los alumnos.
No podíamos volvernos de Roma sin pasear por uno de los barrios con más encanto de la ciudad, el Trastevere, con esas vistas del Río Tíber y esas calles tan coloridas y plagadas de restaurantes, pastelerías y heladerías con los que no pudimos evitar la tentación y después de comer pizza la mayoría y un delicioso helado nos encaminamos hasta la escalinata de la Plaza de España para disfrutar de una tarde libre dedicada, principalmente, a hacer compras en la Vía del Corso, que termina en la Plaza del Pueblo. 
 

Esta última noche, profesores y alumnos echamos unos bailes en la discoteca del camping de Roma.
Y, casi sin darnos cuenta, llegó nuestro último día en la ciudad, pero aún nos quedaba una mañana repleta de actividad en el Campidoglio, donde nos hicimos una bonita foto junto a la Loba Capitolina, en la Plaza Venecia y en el Campo de las Flores.

Terminamos el viaje comiendo en el restaurante Mamma Roma un delicioso y típico menú italiano: Bruscheta, pasta a la boloñesa y pana cota de postre. Con nostalgia, la foto de la despedida fue en la Fuente de los Cuatro Ríos en Plaza Navona.
La vuelta la hicimos desde el Aeropuerto Fiumicino de Roma hasta Madrid y de madrugada viajamos en autobús, agotados y casi todo el camino durmiendo, hasta Don Benito.

Todos volvimos con muy buen sabor de boca del viaje, ya que todo salió según lo previsto.

GRAZIE  MILLE


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